HELLO USA! HERE WE GO! MI EXPERIENCIA COMO PROFESORA EN EEUU.
Desde que me convertí en maestra de lengua extranjera siempre he tenido esa inquietud por viajar y seguir mejorando mi nivel de inglés, indagar sobre nuevas metodologías para hacer mejor mi trabajo y sobre todo crecer en el terreno profesional y personal. Hoy os traigo una pequeña visión de lo que ha sido mi experiencia de trabajo como profesora bilingüe en Austin, Texas, EEUU.
¿Por qué cometí esta locura?
Hace ya mas de tres años que decidí aventurarme y solicitar una plaza como profesora visitante en EEUU. Decidí optar por el estado de Texas en primer lugar por el clima, ya que el sur del país suele ser cálido durante todo el año. En segundo lugar, me llamaba mucho la atención descubrir si la típica expresión de “la América profunda” con la que todo el mundo identifica este estado era real, o se reducía a un simple estereotipo. Debido a estos estereotipos culturales mucha gente piensa que en España los toros andan sueltos en las calles y que todas las personas saben bailar flamenco y sevillanas. Por ello yo aconsejo a todo el mundo a salir, viajar y convivir con otras culturas para así desmontar todas esas ideas prefijadas que en la mayoría de los casos se alejan bastante de la realidad. En tercer lugar, como profesora bilingüe en España, quería aprender nuevas técnicas, recursos y metodología además de aportar algo de mi propia experiencia al sistema de enseñanza americano. En nuestro trabajo como docentes nos encontramos en un proceso de continuo aprendizaje que nos va enriqueciendo en muchos niveles y que además, puede convertir nuestro trabajo en una pequeña aventura cada día . Por último, y quizá la razón que más peso tuvo en mi decisión, fue darle a mi hijo de 2 años por aquel entonces la posibilidad de aprender dos idiomas de manera simultánea, además de la experiencia de vivir en otra cultura.
Los comienzos.
Cuando uno llega a un país extranjero siempre se produce un pequeño choque cultural y es totalmente normal equivocarse hasta que uno aprende las normas de cortesía y protocolo que siguen en otras culturas. Por poner un ejemplo, los americanos nunca se saludan dando dos besos como hacemos en España, sino dándose un abrazo de medio lado en el que casi no hay contacto físico.
Los comienzos nunca son del todo fáciles pero en mi caso resultaron toda una aventura, desde abrir una cuenta bancaria, aprobar el examen de conducir, comprar un coche en uno de estos “dealer” que tantas veces has podido ver en las pelis o alquilar un piso y amueblarlo en un día (allí se suele alquilar sin amueblar). Llegas a sentir que vuelves a ser un niño por la ilusión que tienes por aprender y disfrutar de cada momento en esta aventura.
La escuela.
No puedo negar al principio fue duro, y que quizá el choque cultural en el terreno profesional fue mayor, pero después de las primeras semanas y de los cursos de formación todo fue tomando forma poco a poco. Las jornadas de trabajo son considerablemente mas largas que en nuestro país y además es normal que los maestros trabajen horas extras cada día. Sin embargo, y a pesar de que se trabaja más , también te sientes más realizado porque en general es una profesión que se valora más por parte de la sociedad y de los padres. Para que os hagáis una idea, hasta existe una semana de apreciación del maestro en la que cada día recibes sorpresas, cartas de agradecimiento y obsequios por parte de los padres y la propia administración educativa. Durante esa semana te sientes todo un súper héroe. En general puedo decir que mi experiencia fue muy positiva, que aproveché toda la formación que me ofrecieron y que hoy no soy la misma docente gracias al trabajo que pude desarrollar durante estos tres años.
Viajes
Otro aspecto positivo de trabajar en EEUU es la posibilidad de viajar a otros lugares durante los periodos de vacaciones. Conducir un coche atravesando la ruta 66, contemplar una de las seis maravillas del mundo en el Gran Cañón , disfrutar de las playas de California, dormir en moteles de carretera o visitar algunos de los parques naturales que ofrece el país pueden ser experiencias inolvidables para ti y tu familia.
En definitiva, si alguna vez habéis pensado en trabajar fuera en el extranjero, os animo a intentarlo, a aprender, a vivir y a conocer otras culturas. Estoy segura de que no sólo os va a enriquecer en lo personal y lo profesional sino que también os va a ayudar a valorar más vuestra propia cultura. Yo siempre sentí ese orgullo de ser embajadora de España en mi escuela de Austin.
Patricia Moreno
Aula de Munera